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Desarrollo de software con equipos distribuidos

Mi primer trabajo como desarrollador, en el año 2009, fue de manera remota. Y aunque esta experiencia fue positiva, no sé en que momento me volví detractor del trabajo remoto. Creo que fue cuando pasé de ser desarrollador a liderar equipos de trabajo para una empresa norteamericana en la que empecé a trabajar posteriormente.

En el 2012, tiempo en el que se ubica mi experiencia liderando mis primeros equipos para esta empresa, me encontré con las primeras dificultades puesto que parte del equipo se encontraba en la oficina y otra parte en Estados Unidos, tengamos en cuenta que en esa época las herramientas para trabajo remoto no eran tan avanzadas como las que existen actualmente. Nuestras principales herramientas de comunicación eran el correo electrónico y Google Hangouts (antes llamado Google Talk). Para la coordinación de tareas, utilizábamos una herramienta llamada Basecamp. Para la época parecía que eran las herramientas adecuadas, pero constantemente nos encontrábamos con «problemas de comunicación», que quizá se hubiesen podido evitar estando todos en el mismo lugar.

Cuando inició Swapps, establecimos que debíamos tener una oficina en la que todos podíamos estar en un mismo lugar, para  coordinar de una forma más sencilla el trabajo y así evitar los «problemas de comunicación». Así fue como  nos acomodamos en una oficina en la que estábamos todos muy de cerca, incluso nos podíamos ver las caras frente a frente. Rápidamente pudimos apreciar algunas de las ventajas:

Todo esto suena muy bien; sin embargo, también tiene sus desventajas:

De vuelta al trabajo remoto

Por circunstancias de temporalidad nos quedamos sin oficina un par de meses y aunque parecía loco que el equipo pasara a trabajar de forma remota por un tiempo, lo tuvimos que hacer. Desde el primer día nos dimos cuenta que la transición fue natural, pues las herramientas que usamos para el trabajo en el día a día nos permitían comunicarnos de forma efectiva: Slack, Jira, Zoom ( herramientas que no existían en el 2012 cuando el Internet no era tan bueno).

Poco a poco nos dimos cuenta de que no era necesario estar en el mismo lugar para trabajar de forma efectiva y aunque a los 2 meses ya teníamos una oficina lista para que todos fueran a trabajar, hicimos que ir a la oficina fuera opcional. Y así fue como la oficina empezó a verse vacía; a pesar de todas las comodidades, la gran mayoría del equipo prefiere trabajar en su casa e ir a la oficina cuando sea necesario.

Ventajas para el trabajador

Ventajas para la empresa

¿Cómo compensar la falta de contacto humano?

El contacto humano es importante, pues el verle la cara a tu compañero te puede decir más cosas que las que están escritas en un reporte. Es por ello que no hemos dejado de vernos diariamente (por cámara) en las reuniones diarias de seguimiento y tratamos de reunirnos en la oficina al menos una vez al mes para compartir un rato.

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¿Se necesita una oficina?

Después de hablar tanta maravilla del trabajo remoto, ¿Se necesita una oficina? Probablemente no sea totalmente necesaria la oficina; sin embargo, esto está muy relacionado con el tipo de negocio y con la relación que exista con los clientes. En nuestro caso, eventualmente nos visitan clientes y algunos miembros del equipo preferimos
optar por la comodidad que hay en la oficina. Por lo anterior, contamos con una buena oficina, no muy grande, que es ocupada principalmente por personal administrativo pero que nos permite operar desde todos los niveles. Lo único que está claro es que con oficina o sin oficina podemos servir a nuestros clientes con la misma calidad de siempre.


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